SUPERVISION POR PARTE DEL PROPIETARIO O PROMOTOR

enero 16, 2021




Por otra parte, el propietario ejerce también  la función de la supervisión a través de la denominada  supervisión externa.

Con la contratación de este  servicio, el propietario pone dentro de la obra a un  profesionista (o equipo de profesionistas) – independiente del constructor– que lo representa, y  cuya misión es garantizar que reciba el producto que  corresponde a lo que ha contratado y paga.

Cuando el  propietario de la obra es toda la sociedad en su  conjunto, la entidad o dependencia de gobierno que  administra los recursos económicos nombra a  funcionario público denominado residente de  supervisión, que de acuerdo a lo establecido en el  artículo 53 de la Ley de Obras Públicas y Servicios  relacionados con la misma (1999) es el responsable  de la: supervisión, vigilancia, control y revisión de los  trabajos, así como de la aprobación de las  estimaciones.

El ejercicio de la supervisión externa  está principalmente orientado a la función administrativa del Control; por lo general, el  supervisor externo no ejerce autoridad sobre los  trabajadores, ni delega responsabilidades entre ellos,  y su nivel de comunicación con los obreros es  limitado.

La importancia de la supervisión en la  construcción ha sido reconocida desde que esta  actividad se profesionalizó.

En un documento fechado  en el año 97 d.C., Sixto Frontino, comisionado de  aguas del Imperio Romano, escribió: “Ni una obra  requiere mayor cuidado que aquella que debe  soportar la acción del agua; por esta razón todas las  partes del trabajo deben hacerse de acuerdo con las  reglas del arte, que todos los obreros saben, pero  pocos cumplen”. Este importante constructor de hace  casi dos mil años deja en claro que aún cuando el  personal obrero sea competente, la labor de la  supervisión es necesaria para garantizar que el trabajo  cumpla con los requisitos especificaciones.

En 1964, Jacob Feld, notable investigador de  las fallas estructurales de los edificios de concreto,  observó que en muchos casos las causas de los  colapsos no provienen de la insuficiencia en el diseño,  sino de la falta de competencia de la supervisión, y  escribió: “La supervisión competente y estricta, casi  inamistosa, parece ser la clave del problema de cómo  prevenir fallas. 



Muchos estudios han mostrado que gran  parte de los problemas en las construcciones, tanto  desde el punto de vista de la seguridad, como desde el  punto de vista del servicio, no provienen del diseño,  ni de los materiales, sino principalmente de la  ejecución de la construcción. Calavera (1996) reporta  51 % de fallas atribuibles a la ejecución y 37%  atribuibles al proyecto. Lo anterior pone de 
manifiesto la importancia de la supervisión; en  muchos casos el desempeño de esta actividad tiene  una fuerte influencia en las etapas de operación y  mantenimiento del proyecto, y puede provocar  elevados costos durante estas fases del ciclo del  proyecto, e incluso una utilización ineficiente de la  construcción.

La supervisión nos facilita separar a los subcontratistas que no son supervisados por personal del contratista, perjudicando el producto esperado a su tiempo acordado y a la calidad sugerida.

La diferencia de alturas entre puertas

La falta de cuidado y pulcritud cuando
ya hay elementos de acabado final.

Para desempeñar exitosamente la supervisión  de una obra es necesario realizar una serie de  actividades programadas, ordenadas y sistematizadas.

Estas actividades deben tener una orientación  principalmente preventiva para evitar retrabajos  (trabajos que se ejecutan por segunda vez) que  incrementan tanto el costo, como el tiempo de  ejecución, y probablemente también afecten la  calidad. Las acciones preventivas están orientadas a  la revisión de los requisitos de ejecución de las  actividades antes que estas se ejecuten, como por  ejemplo: revisar la calidad de los materiales, antes de  utilizarlos; revisar el alineamiento de la cimbra de un  grupo de columnas, antes de colarlas; hacer una  prueba de presión en una tubería, antes de ocultarla  bajo rellenos o pisos, etc.

También, serán necesarias las acciones de  verificación, en la que se inspeccionará el trabajo  ejecutado, en algunos casos de manera sistemática – cuando la importancia del trabajo lo amerite– y en  otros casos de manera selectiva. Cuando el trabajo no  cumpla con los requisitos pactados el supervisor  deberá hacer uso de las acciones correctivas para  cumplir con su misión dentro de la obra; sin embargo,  muchas acciones correctivas no hablan de un buen  supervisor, sino de una carencia de acciones  preventivas. 

Muchas gracias por visitar mi blog y muchos éxitos en cada gestión que realicen.

Agustín Soto, arq.

You Might Also Like

0 Comentarios

SISTEMA DE FISCALIZACIÓN DE OBRAS.

  Mis estimados amigos y colegas, revisemos muy brevemente de que se trata el sistema de fiscalización, cada uno de ellos y sus puntos de...

Posts Recientes

Arquitectura en foto

El color en la Arquitectura.

Planificación en la arquitectura